No todos quieren comprar barato
Hay más personas dispuestas a pagar por mejores productos y servicios, que compañías dispuestas a ofrecerlos. Esto es una gran oportunidad para los negocios que se especializan en resolver mejor las necesidades existentes. Al armar su modelo de negocio, muchas compañías presumen que los clientes tienen problemas de plata y por ende quieren comprar barato.
No se trata de cobrar más sin una razón (como algunas empresas lo han malinterpretado). Por supuesto que nadie quiere pagar más por algo que considera no tiene ningún valor adicional percibido versus la competencia (la esencia de la diferenciación). Se trata de generar mayor valor, lo cual usualmente cuesta más.
Las personas quieren marcas y compañías que les faciliten la vida, que se preocupen por ellos, que sean honestas, que digan la verdad completa en su publicidad y que se comprometan a servir. Como consumidores no buscamos simples transacciones (dar plata a cambio de algo), buscamos experiencias, historias para contar (así sea a nosotros mismos) y momentos para recordar.
Sea una obra de teatro para despejar la mente, un hosting para dormir en paz sabiendo que la página web no se caerá o un envase bien diseñado que luce bien en la cocina, buscamos productos y servicios que vayan más allá de sus evidentes beneficios funcionales. Esos los tienen todos. El mundo no necesita un negocio más, necesita negocios diferentes.
No todos quieren comprar barato. Hay gente dispuesta a pagar por:
- La camiseta original de la selección Costa Rica.
- Agua embotellada con significado personal.
- Servicio de fisioterapia personalizado a domicilio.
- Trámites gubernamentales más rápidos.
- Servicio de email marketing con sentido del humor.
- Zapatos retro que envían un mensaje de personalidad.
- Un parque de diversiones que hace soñar un mundo mejor.
- Una función de circo mágica y misteriosa.
- Cervezas de sabores no tradicionales.
- Apoyar una causa.
- Una torta que inspira arte y hace quedar bien socialmente.
- Un odontólogo que transforma la experiencia de ir al dentista.
- Un carpintero cumplido.
- Galletas temáticas.
- Útiles escolares para zurdos.
- Pequeños hoteles de lujo alrededor del mundo.
- Un yogur ridículamente espeso.
- Una agencia de publicidad donde los creativos van al mercado con el cliente.
- Una empresa de mudanza que trata las cosas con cuidado extremo.
- Detergentes responsables con el medio ambiente.
- Un café donde lo atienden con una sonrisa y se siente como en la sala de su casa.
- Un cirujano que lo llama a preguntar cómo se siente en la recuperación de la operación.
- Zapatos para mujer que se los llevan en su tienda móvil.
- Mejores ingredientes que renuevan la experiencia de comer pizza.
- Pasteles que son hechos con amor y se les nota.
- Afiches que evocan recuerdos de la infancia.
- Leche con un envase que permite acostarla en la nevera.
- Un diseñador web que no se le desaparezca a sus clientes.
- Un ventilador con repelente para zancudos.
- Comida saludable que no implique sacrificios de sabor.
- Poder diseñar sus propias sandalias.
- Insumos para bisutería que promueven el emprendimiento.
- Un bar que sólo ofrece cocteles.
- Un supermercado socialmente responsable.
- Salsas caseras de sabores exóticos.
- Una empresa de investigación especializada en el mercado LGBT.
- Una farmacia que dona el 96% de sus utilidades.
- Clases de computación para adultos.
- Un restaurante donde experimenta la vecindad del Chavo del 8.
- Un seguro que entiende la dinámica y riesgos de cada profesión.
- Un apartamento de lujo para la jubilación.
- Agua prenatal de sabores con ácido fólico.
Por supuesto, también hay gente que no está dispuesta a pagar más por el valor que usted genera. No se preocupe, no son sus clientes potenciales.
Enfóquese en servir, deleitar y sorprender a aquellos para los cuales su negocio fue creado, a aquellos con los que siempre soñó construir relaciones genuinas. Deje de desgastar se persiguiendo al cliente equivocado y dirija toda su energía a aquellos que lo aprecian, que valen la pena y que crecerán con usted.
POR: DAVID GOMEZ
Pymes de Costa Rica